Ojos Verdes
I
Apoyá en er quisio de la mansebía
miraba ensenderse la noche de mayo;
pasaban los hombres y yo sonreía
hasta que a mi puerta paraste el caballo.
"Serrana, ¿me das candela?"
Y yo te dije: "Gaché,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré".
Dejaste er caballo
y lumbre te di,
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.
ESTRIBILLO
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
II
Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en la Torre la Vela.
Dejaste mis brazos cuando amanecía
y en mi boca un gusto de menta y canela.
"Serrana, para un vestío
yo te quiero regalá".
Yo te dije: "Estás cumplío,
no me tienes que dar na".
Subiste ar caballo,
te fuiste de mí
y nunca una noche
más bella de mayo
he vuelto a viví.
(AL ESTRIBILLO)
(... y Fin)
La chiquita piconera
I
El pintor la respetaba
lo mismo que algo sagrao
y su pasión le ocultaba
porque era un hombre casao.
Ella lo camelaba con alma y vía
hechisá por la magia de su paleta
y al igual que una llama se consumía en aquella locura negra y secreta.
ESTRIBILLO
Y cuando de noche Córdoba dormía...
y era como un llanto la fuente del Potro,
una voz decía:
¡Ay, chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Esta carita de cera
a mí el sentío me quita.
Te voy pintando, pintando
ar laíto der brasero
y a la vez me voy quemando
de lo mucho que te quiero.
¡Várgame San Rafael,
tener el agua tan cerca
y no poderla bebé!
II
Ella rompió aquel cariño
y le dio un cambio a su vía,
y el pintor iguá que un niño
lloró al mirarla perdía.
Y cambió hasta la línea de su pintura,
y por calles y plazas lo vió la gente
deshojando la rosa de su amargura
como si en este mundo fuera un ausente.
ESTRIBILLO
Y cuando de noche Córdoba dormía...
y era como un llanto la fuente del Potro,
el pintor gemía:
¡Ay, chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Toa mi vía yo la diera
por contemplar tu carita.
Mira tú si yo te quiero
que sigo y sigo esperando
ar laíto der brasero
para seguirte pintando.
¡Várgame la Soleá,
haber querío orvidarte
y no poderte orviá!
Tú eres mi marío
I
¿Por qué inclinas la cabesa?
¿Por qué llegas a la mesa
sin mirarme cara a cara?
¿Qué cavilas? ¿Dónde estás?
Como si un remordimiento
te amargara el pensamiento
y un delito me ocurtaras
que no puedes confesá.
¿Qué te pasa a ti, arma mía,
que despresias la comía,
que te está asomando er llanto
sin motivo ni rasón
y te pones amarillo
cuando miras er cuchillo
como si te diera espanto
de una mala tentasión?
ESTRIBILLO
Toma tu copita,
tu sigarro puro,
y anda y que te miren las niñas bonitas.
¡Te tengo seguro!
Que si ayer viniste
casi amanesiendo
fue por los amigos... Que te entretuviste...
¡Yo to lo comprendo!
Yo soy mu dichosa,
yo no desconfío...
Por más que le gustes a las buenas mosas...
¡Tú eres mi marío!
I
¿Por qué duermes intranquilo?
¿Por qué vives siempre en vilo
si yo no te pido cuentas
de ande vienes y ande vas?
¡Si es por mí por quien suspiras!
Lo demás sé que es mentira...
Ni le pasas una renta,
ni es tu amó, ni lo será.
Ni mereses un castigo
porque hablando tú conmigo
te equivoques y me suertes
otro nombre de mujé...
Son cosillas pasajeras
que, si yo me las creyera,
meresiera hasta la muerte
por dudá de tu queré.
ESTRIBILLO
Ese oló que llevas
a mí no me asusta...
Tú te has perfumado por hasé la prueba...
Pa ve si me gusta.
Toma, este pañuelo...
¿Quién te lo ha prestao?
No me gastes bromas para darme selos...
¡Qué susto m'has dao!
Vete a da una güerta,
tráeme argún regalo,
que yo no m'acuesto... Yo estaré en la puerta
por si vienes malo.
ESTRIBILLO (repetición)
No vivas pendiente
del murmullo ajeno,
ni de que me venga contando la gente...
¡Yo sé que eres bueno!
¡Yo soy mu dichosa!
¡Yo no desconfío!...
Son criticasiones de cuatro envidiosas...
¡Yo sé que eres mío!
La Zarzamora
I
En el café de Levante, entre palmas y alegría,
cantaba la Zarzamora.
Se lo pusieron de mote porque dicen que tenía
los ojos como la mora.
Le habló primero a un tratante, y olé,
y luego fue de un marqué
que la llenó de brillantes, y olé,
de la cabeza a los pié
Decía la gente que si era de hielo,
que si de los hombres se estaba burlando,
hasta que una noche, con rabia de celos,
a la Zarzamora pillaron llorando.
ESTRIBILLO
¿Qué tiene la Zarzamora
que a todas horas llora que llora
por los rincones?
Ella que siempre reía
y presumía de que partía
los corazones.
Del querer hizo la prueba
y un cariño conoció
que la trae y que la lleva
por la calle del doló.
Los flamencos del colmao
la vigilan a deshora,
porque están empesinaos
en saber del queré desgrasiao
que embrujó a la Zarzamora.
II
Cuando sonaban las doce, una copla de agonía
lloraba la Zarzamora,
mas nadie daba razones ni el intríngulis sabía
de aquella pena traidora.
Pero una noche al Levante, y olé,
fue a buscarla una mujé;
cuando la tuvo delante, y olé,
se dijeron no sé qué.
De aquello que hablaron ninguno ha sabío,
mas la Zarzamora lo dijo llorando
en una coplilla que pronto ha corrío
y que ya la gente la va publicando:
ESTRIBILLO
¿Qué tiene la Zarzamora
que a todas horas llora que llora
por los rincones?
Ella que siempre reía
y presumía de que partía
los corazones.
"Lleva anillo de casao",
me vinieron a desí,
pero ya lo había besao
y era tarde para mí.
Que publiquen mi pecao
y el pesar que me devora
y que tos me den de lao
al saber del querer desgrasiao
que embrujó a la Zarzamora.

Lola Flores
¡Mañana sale!
I
Tiene el color del semblante
de una virgen de marfil,
lleva en los labios un cante
y en la mano un QUINCE MIL.
De un coche de dos caballos
sale una voz con corona:
"Si quieres, rosa de mayo,
seré el vasallo de tu persona".
Palabras que lleva el viento
y luto en el corazón...
La calle del Sacramento
sintió el lamento
de su pregón.
ESTRIBILLO
¿A quién le vendo la suerte?
¡Mañana sale y está premiado!
(Mis ojos tienen que verte
por tres puñales atravesado).
¡La fortuna, pa mañana!
¿Quién me compra un QUINCE MIL?
(Te repiquen las campanas
a la hora de morir).
¡Cuatro series!, ¡qué bonitas!
¡Voy tirando los caudales!
¡Son de doña Manolita!
¿Quién me compra esta penita?
¡Mañana, mañana sale!
II
Yendo de juerga en su coche
con corona de marqués,
le dieron muerte una noche
en la calle Lavapiés.
Nadie el motivo sabía,
nadie conoce la clave.
La niña que le vendía
la lotería sí que lo sabe.
Quizás un mismo cuchillo
vengó una doble traición.
Envuelto en su mantoncillo
va el estribillo de esta canción:
ESTRIBILLO
¿A quién le vendo la suerte?
¡Mañana sale y está premiado!
(A mí me dieron la muerte
con los puñales que te han clavado).
¡La fortuna, pa mañana!
¿Quién me compra un QUINCE MIL?
(Que me doblen las campanas
y me entierren junto a ti).
¡Cuatro series!, ¡qué bonitas!
¡Voy tirando los caudales!
¡Son de doña Manolita!
¿Quién me compra esta penita?
¡Mañana, mañana sale!
ESTRIBILLO (final)
Y en el filo de la aurora,
desde Sol a Chamberí,
nadie sabe por qué llora
pregonando un QUINCE MIL.
¡Cuatro series!, ¡qué bonitas!
¡Voy tirando los caudales!
¡Son de doña Manolita!
¿Quién me compra esta penita?
¡Mañana, mañana sale!
Cárcel de Oro
I
Cuando tú me diste amparo no era más que una gitana
con un traje de volantes y una enagua armidoná,
y me vi por tu cariño, de la noche a la mañana,
convertía en una reina de brillantes coroná.
Pero a mí desde el principio me cansaba tu ternura,
me agobiaba aquel encierro que me impuso tu pasión,
y una noche en que tus celos me colmaron de amargura
con la hiel de mis palabras yo maté tu corazón:
ESTRIBILLO
Tanto decirme "te quiero", -te quiero-,
yo no lo puedo aguantá,
como un pájaro me muero, -me muero-,
necesito libertá.
Abre puertas y cerrojos
que me dé la luz del sol,
que están ciegos ya mis ojos
de tinieblas y doló.
Por mi mare yo te imploro y te lloro
que no pienses más en mí;
no te quiero, no te adoro,
y no sirvo pa viví
en esa cárcel de oro.
I
Y con prisa por dejarte yo me fui por los caminos,
con mis coplas y mis sueños y mis ansias de viví
y ar momento mis volantes se enredaron entre espinos
y los nardos y las rosas fueron cardos para mí.
Del vinagre que ahora bebo la curpita es sólo mía
y mardigo hasta la hora que probé la libertá.
Pordiosera de cariño te suplico noche y día
que en la cárcel de tus brazos tú me vuelvas a encerrá.
ESTRIBILLO
Vuelve a decirme "te quiero", -te quiero-,
vuelve a decirlo, por Dio,
sin oirlo yo me muero, -me muero-,
como un nardo sin oló.
Pa borrarte los agravios
que te hice padecé,
si pudiera de mis labios
me arrancara hasta la piel.
Vale más que los tesoros del moro
tu cariño para mí.
Por tu madre yo te imploro
que me encierres pa viví
en esa cárcel de oro.
ESTRIBILLO (final)
A una fragua yo me echara
pa salí purificá,
si de nuevo tú en mi cara
te volvieras a mirá.
Vale más que los tesoros del moro
tu cariño para mí.
Por tu madre yo te imploro
que me encierres pa viví
en esa cárcel de oro.
Francisco Alegre
En los carteles han puesto un nombre
Que no lo quiero mirar
Francisco Alegre ¡ y olé !
Francisco Alegre ¡ y ola !
La gente dice "¡ Vivan los hombres !"
Cuando lo ven torear
Yo estoy rezando por él
Con la boquita cerra'
Desde la arena
Me dice "Niña morena,
¿ Por qué me lloras,
Carita de emperadora ?
Dame tu risa, mujer,
Que soy torero andaluz
Y llevo al cuello la cruz de Jesús
Que me diste tú"
Francisco Alegre, corazón mío,
Tiende tu capa sobre la arena del redondel
Francisco Alegre tiene un vestido
Con un "te quiero" que entre suspiros yo le bordé
Torito bravo,
No me lo mires de esa manera,
Deja que adorne
Tus rizos negros con su montera
Torito noble, ten compasión,
Que entre bordados lleva encerrado
Francisco Alegre ¡ y olé ! mi corazón
En mi ventana tengo un letrero
Pa' que lo venga a mirar
Francisco Alegre ¡ y olé !
Francisco Alegre ¡ y ola !
En el que dice "¡ Cuánto te quiero!
Pero qué pena me da,
Por culpa de otro querer
No nos podemos casar"
Desde la arena
Me dice "¡ Niña morena !
¿ Quién te enamora,
Carita de emperadora ?
Ya no te acuerdas, mujer,
De este torero andaluz
Que lleva al cuello la cruz de Jesús
Que le diste tú"
Torito bravo,
No me lo mires de esa manera,
Deja que adorne
Tus rizos negros con su montera
Torito noble, ten compasión,
Que entre bordados lleva encerrado
Francisco Alegre ¡ y olé ! mi corazón
Francisco Alegre - Juanita Reina
El día que nací yo
El día que nací yo, que planeta reinaría
Por donde quiera que voy
Que mala estrella, me guía
Estrella de plata, la que más reluce
Por que me llevas, por este calvario
Llenito, de cruces,
Tú vas a caballo, por el firmamento
Yo ciguecita sobre las tinieblas, a pasito lento
El barco de vela
De tu poderío
Me, trajo a este puerto donde se me,
Ahogan los cinco sentidos
El día que nací yo,
Que planeta reinaría
Por donde quiera que voy,
Que mala estrella me guía
Estrella de nácar
Déjame ser buena
Di que me ponga es este barrote
Mi reloj, de arena
Yo haré, lo que mandes
Rey de los luceros, y cuando él diga
Que lo lleven preso
Le diré, te quiero
El día que nací yo que planeta reinaría
Dos Cruces
Sevilla tuvo que ser con su lunita plateada
testigo de nuestro amor, bajo la noche callada.
Y nos quisimos tu y yo, con un amor sin pecado
pero el destino ha querido ayyy que vivamos separados.
Están clavadas dos cruces en el monte del olvido
por dos amores que han muerto, sin haberse comprendido
Están clavadas dos cruces en el monte del olvido
por dos amores que han muerto, que son el tuyo y el mío.
Al barrio de Santa Cruz, el barrio de las Marías
hoy yo voy a recordar y me parece mentira.
Y todo aquello pasó, todo quedó en el olvido
nuestras promesas de amores en el aire se han perdido.
Chorus: Están clavadas dos cruces en el monte del olvido
por dos amores que han muerto, sin haberse comprendido
Están clavadas dos cruces en el monte del olvido
por dos amores que han muerto, que son el tuyo y el mío.
Ayyy, ayyyy que son el tuyo y el mío.
Dos Cruces - Carmelo Larrea